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Writer's pictureProf. Cerebrón

Religión y ciencia

"¿Tengo fe? Todos y cada uno de nosotros somos libres de creer aquello que queramos, y mi creencia al respecto es que la explicación más simple es que no existe dios. Nadie creó el universo y nadie dirige su destino. Esto me lleva a una profunda reflexión personal: Probablemente no existe un cielo ni ningún tipo de vida después de esta." Stephen Hawking

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¿De dónde viene esta idea de que existe un dios?


Imaginemos que vivimos hace 6000 años, los rayos, vientos, sequías, inundaciones, erupciones volcánicas, terremotos, lluvias, florecimiento y la muerte, ante esto, parecería lógico pensar que hay una fuerza más grande que dicta la manera en que las cosas deben moverse. Percibir el mundo mediante nuestros sentidos y darle una explicación llevó a la gente a creer en dioses. Por lo tanto, la creencia de dios viene desde la antigüedad para dar sentido y causa a los fenómenos naturales. Es decir, dios fue creado de la ignorancia humana para explicar su entorno. Así, una multitud de dioses de distintas formas, atributos y poderes aparecieron en todas las culturas humanas. Desde serpientes emplumadas en América, hasta seres humanos barbones en eurasia. Sin embargo, el pensamiento humano inevitablemente tuvo que irse a los extremos, es decir, el inicio de todo y el fin del todo. Muchas religiones explican el inicio de los tiempos de formas distintas, unas desde el deseo sexual de los dioses, otras de su boca, y algunas desde sus talleres e ideas, siempre apelando a una divinidad.


Una característica común entre los dioses es que son invisibles y omnipresentes. Algunos poseían casas específicas como los dioses griegos que vivían en el Olimpo, los nórdicos en el Vallhala, los hindúes y los shintoístas en la naturaleza y los monoteístas en el Cielo. Estas creencias eventualmente evolucionaron de tal forma que hubo personas que se llamaban los elegidos por dios o la reencarnación de dios en la tierra. Varios reinos se fundaron bajo estos argumentos como en la cultura china, por decir un ejemplo. Y es que imaginemos que si una persona tenía su huerto y por alguna razón después de una sequía era el huerto que pudo sobrellevarla; entonces esa persona supondría que era el elegido por dios para salvar al pueblo de aquella calumnia. Entonces esa persona afortunada, se volvía el protector de aquella región, se volvía rica y "por derecho divino" sus amados genes descendientes tenían que seguir con el legado. Dado esto, eventualmente las religiones se volvieron una forma de control de la sociedad porque todos, sin importar raza, procedencia, si se conocieran o no, todos creían en lo mismo. Al creer todos en lo mismo, se crea un lazo en común. De esta forma los reinos y religiones pudieron unificarse y trabajar en conjunto.


¿Cómo evolucionaron las creencias?


Eventualmente, algunas religiones se institucionalizaron y tomaron forma. Maduraron lo suficiente para permanecer incluso hoy en día gracias a sus normas, valores, leyes, rituales y dogmas. Los rituales y dogmas se hicieron leyes que la gente debe seguir para evitar la ira de dios y el azote eterno de en el infierno, como los juzgados humanos. A pesar de toda la divinidad y misticismo que rodea a las religiones, todas coinciden que este universo está hecho para el ser humano. La misma biblia menciona que dios creó al hombre a su imagen y semejanza. Sin embargo, las religiones monoteístas lo delimitaron a sus sentidos afirmando que era finito, ya que lo único que existía era la Tierra, el cielo, la Luna, el Sol, algunos planetas y las estrellas, y eso era lo único que debía de creerse. Obligaron a la gente creer en eso, sino podrían ser torturados y masacrados. Así mismo, la religión católica aumentó su poder sobre la población al crear el sacramento de la confesión. Si el clero tenía todo el conocimiento de lo que hacía o no la gente, entonces sabía como controlarlo... algo parecido a las redes sociales de hoy en día. Otras religiones simplemente concluyeron que se debía de evitar el placer y el deseo para evitar el sufrimiento personal. Otras religiones dominaron a sus creyentes con castigos más duros como lapidaciones o torturas. Pero eso cambió repentinamente. La peste negra, fue el inicio del final de la dominación religiosa de la Edad Media. Por que si dios es tan bueno ¿por qué permitió que sucediera eso?


El humano simpre tiene hambre de conocimiento. Esa curiosidad innata humana es lo que ha ido aminorando la cantidad de creyentes desde el renacimiento. El monje Copérnico, durante el oscurantismo, se atrevió a afirmar lo contrario: la Tierra no era el centro del universo y el universo era inmenso. De igual forma, Bruno apoyó esta idea al decir que si dios era infinito, por lo tanto también su creación. Galileo por su parte, inventó el telescopio y realizó descubrimientos y afirmaciones que provocaron que la iglesia se horrorizara. Ver el universo fue el gran motivador humano. Llegar a las estrellas, entender a la naturaleza. Perdimos nuestro lugar en el universo, ya no eramos el centro sino una partícula más. No eramos tan importantes después de todo. La gente se dio cuenta que era más libre de lo que creía.



En el renacimiento, la ciencia salió de su estado latente a un auge matemático, físico y químico. La magia se volvió ciencia. Los científicos investigaban al universo para encontrar a dios, para entenderlo y explicar cómo funciona su creación. Filósofos racionalistas, empiristas y humanistas dieron sus versiones de dios conforme el pensamiento humano trataba de responder las preguntas a su existencia y su ser. Así, se propuso el sentido de la existencia y a la razón causal de todas las cosas gracias al método científico. Ahora todo lo que existía tenía que medirse y comprobarse. Con base en esto, el hombre a través de la razón y la técnica desarrolló herramientas para aprovechar las leyes y recursos naturales para transformar el mundo que lo rodea. Se desarrollaron nuevos lenguajes, métodos y técnicas para explicar a la realidad. La ciencia descubría, la tecnología le daba un uso. Se dejó de recurrir a dios para explicar la realidad, ahora todo está en las manos del hombre. Y según Nietzche "Dios está muerto". Algunos lo tomaron como una depresión sin igual, ¿cómo mejorar todo si requeriamos a dios para controlarnos? ¿De qué sirve existir si no hay un dios al cual entregarle ese esfuerzo? Por otro lado, el mismo humanos vio consuelo en su capacidad de aprender y transformar al mundo. La libertad, la igualdad y la fraternidad dijeron los franceses. Al humano solo le quedaba el humano y la misma capacidad evolutiva de trabajar en conjunto, sería lo que le sacaría adelante. Sin embargo, no hemos sabido controlar ese poder. La revolución industrial ha traído la catástrofe climática más grande que ha visto este planeta. Debemos aprender de nosotros mismos. Porque a pesar de este ideal de universalidad humana, seguirmos siendo intolerantes y poco empáticos con nuestros semejantes.


Dios ha muerto. Dios sigue muerto. Y nosotros lo hemos matado. ¿Cómo podríamos reconfortarnos, los asesinos de todos los asesinos? El más santo y el más poderoso que el mundo ha poseído se ha desangrado bajo nuestros cuchillos: ¿quién limpiará esta sangre de nosotros? ¿Qué agua nos limpiará? ¿Qué rito expiatorio, qué juegos sagrados deberíamos inventar? ¿No es la grandeza de este hecho demasiado grande para nosotros? ¿Debemos aparecer dignos de ella?
-Friedrich Nietzsche, La gaya ciencia.

A pesar del humanismo emergente, algunos científicos del siglo XX llevaron a cabo sus investigaciones para entender la naturaleza y a dios. Otros, ya entrado el siglo XX, lo han negado totalmente y para ellos solo existe el universo y sus leyes que nos rigen de manera indiferente, no somos el centro del universo y el universo no está hecho para nosotros. Esta conclusión ha partido de la evidencia, la verdad y el entendimiento de la naturaleza. Ciencia a fin de cuentas. Cuestionar todo lo ocurre y explicar todo de manera racional. Es ahí donde choca con la religión. Ya que en ella, sólo se cree y la verdad es lo que dictan viejos libros o dogmas sin cuestión alguna. Actualmente las religiones han tenido que irse abriendo a los descubrimientos científicos. Se supone que las religiones no aceptan milagros sólo por aceptarlos, deben pasar pruebas que demuestren que no hay explicación científica actual que pueda esclarecer el fenómeno. Aun así, parece ser que incluso los milagros tienen límite, es decir, si a ti te cortan un brazo, no importa lo que hagas, no volverá a crecer porque tu cuerpo no tienen esa capacidad. Dios habría creado las leyes de la física tan perfectas que ni Él las puede romper. El inicio de la vida, las creencias religiosas y las limitantes científicas actuales provocan que los humanos nos sintamos confundidos, agobiados y abrumados. No sabemos nuestro lugar en nuestra propia vida, y tratamos de rellenar nuestros huecos argumentales con contradicciones religiosas o hechos científicos mal entendidos.




Sabemos que no somos el centro, el universo es infinito, sus leyes dominan todo cuanto pasa pero no sabemos su origen ni si realmente hay un gran arquitecto que creó algo tan perfecto y delicado como es nuestro universo. Se han encontrado constantes universales para poder explicar el equilibrio del universo; es tan complejo y preciso que si una de esas constantes fuera ligeramente diferente, habría caos. Pero existen sucesos que la ciencia no puede explicar aún debido a su complejidad, poca relevancia o extraña probabilidad de suceso. Les han llamado "milagros" y son el estandarte de las religiones y desgraciadamente de las pseudociencias como la astrología. La ciencia no tiene pruebas contundentes para demostrar que sí existe o no un dios y finalmente ese tema cae en la filosofía. No obstante, debido a esa falta de datos, la flexibilidad de la ciencia la obliga a no cerrarse ante la existencia de un dios. En virtud de esto, la misma ciencia entonces, exige esa prueba contundente, medible y explícita para poder afirmar su existencia. Las religiones no han podido darla.


Por otro lado, el ser humano está en una lucha constante con estas ideologías, el ateísmo y laicismo contra las creencias religiosas. Aun nos falta entender muchas cosas sociales, fácticas y éticas. En muchos casos, los ateos suelen ser soberbios y tachan de ignorantes a los religiosos. Por su parte, los religiosos son cerrados y juzgan de blasfemos y carentes de fe a los ateos. Creer o no en Dios no es sinónimo de poder intelectual. La intolerancia les hace ver ridículos. Los religiosos deberían seguir esa humildad que profesan y los ateos deberían de seguir su razonamiento de “superioridad” intelectual en la tolerancia. Muchas veces, las personas suelen volverse ateas por resentimientos ante la religión ya que queramos o no, la historia nos enseñó que ella fue la que tiró la primera piedra. Muchas personas consideran que es necesario un dios para ayudar a formar nuestra moral y nuestra ética. No obstante, el laicismo y el ateísmo pueden abordar sin problemas los valores desde el punto de vista evolutivo y antropológico. Muchas personas actualmente siguen poniendo su vida y su fe en manos de una religión y arrancarla es caer en un vacío existencial. De esta forma, no es obligar a la gente a que deje de creer en dios, sino profesar una vida de tolerancia y respeto.


Creer en dios, hace que la gente tenga esperanza y tenga algo de lo cual sujetarse en los momentos difíciles y eso no tiene nada de malo. A veces ocurren cosas positivas y el sentimiento de agradecimiento motiva más. Pensar que al morir iremos a un lugar mejor es la mayor de las esperanzas humanas, así como pensar que existe un alma gemela o que te despidieron de tu trabajo para que realizarás cosas mejores. A veces, la creencia en dios va de la mano con una sociedad positiva. Pero este pensamiento positivo puede ser considerado embustero hasta cierto punto, ya que mucha gente se apoya de eso para engañar y oprimir a otros así como ser intolerante y cerrarse a los hechos.


Vivir creyendo que una religión posee toda la verdad es limitar el pensamiento crítico. Creer las cosas plenamente por fe, es negar a los seres humanos a ser curiosos o a desarrollar su capacidad racional. De esta forma, se puede incluso manipular o engañar a las personas. Por ejemplo, si una persona ve gente invisible, muchas personas lo primero que hacen es llevarlos con un sacerdote el cual seguro les dirá que ve muertos por cierto don divino. En realidad esa persona podría sufrir de un cuadro clínico de esquizofrenia el cual puede ser estudiado y hasta controlado con la medicación adecuada. Pero algunas personas prefieren la explicación mística. Las religiones pueden hacer que la gente se conforme con una explicación fácil, simple y mística que lleva a ideas totalmente erróneas. Tal es el caso de las religiones a condenar a la homosexualidad, tachándole de no natural. Las religiones no hacen lo mínimo en entender la mente del humano, sino que explican -y a veces justifican- las acciones humanas con seres o poderes sobrenaturales. Regresar a las costumbres religiosas de antaño es un peligro debido a que ahora la sociedad cambia más rápidamente gracias a la comunicación masiva. Nuevas ideas, nuevas culturas y nuevos modos de vida no se ajustan a las religiones que fueron diseñadas para una sociedad sin comunicación.


Por otro lado, la ciencia no asegura tampoco la felicidad. El eliminar a un dios de la vida puede crear, según Jacques Maritain, un abismo que podría carcomer la vida de las personas. No poder vivir una vida sin un dios y sin embargo, estar convencidos de que no existe. Esto no quiere decir que basarnos en la ciencia nos haga infelices, porque si uno entiende la grandeza del espacio-tiempo, la complejidad de los fenómenos y que somos parte del universo, hechos de él mismo, se tienen muchas probabilidades para escoger un futuro. Aceptar la vida y la muerte, la buena o la mala suerte como parte del intercambio energético derivado de la naturaleza hace que seamos más cuidadosos, lógicos, racionales y abiertos al mundo. Valorar la breve oportunidad de leer estas líneas y de al menos vivir en ese suspiro cósmico para decir que amamos, que disfrutamos, que dejamos un legado, que conocimos y que estuvimos aquí. No estamos sujetos a los caprichos del destino sino que podemos de elegir libremente, hacer lo correcto y seguir una vida tranquila. Este pensamiento obviamente no debería hacer sentir superiores a las personas sino que debería hacerlas humildes y compasivas, ya que todos estamos en el mismo barco.




Quizá para algunas personas les funcione creer en un dios. No obstante, no debemos cerrarnos a los descubrimientos verdaderos ya que ellos son los que nos dicen como funciona el cosmos. Se puede pensar que Dios es el universo, sus leyes su armonía y su infinito espacio son parte de él como diría Spinoza. Pero eso se los dejo a ustedes. Lo que si se debe de considerar es que el significado de nuestras vidas y de nuestro frágil planeta es determinado sólo por nuestra propia sabiduría y valentía. Frente al vacío que a veces provoca la existencia, podemos considerarnos como una maravilla evolutiva de esta complejidad enorme. De ser parte del universo; ser el universo admirándose así mismo. Por que hasta ahora, dios no ha bajado a ayudarnos y vamos contra reloj para salvar a este mundo y su vida. Nosotros somos los custodios del sentido de la vida.


Como siempre, gracias por leerme.


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