Dentro de las conductas humanas en las que muchas veces parecemos animales como pelear o muchas otras en verdad parecemos algo más evolucionado como llorar. Pero, besar sería algo como una mezcla de eso. Besar se siente bien, representa muchas cosas, pasión, amor, deseo y afecto. Existen muchos tipos de besos, besar en la mano (o pie) como respeto, sumisión y honor, besar en la mejilla como saludo o afecto, besar en la frente como amistad o ternura y besar en los labios como pasión y amor. Ha sido parte del motor del amor literario y poético.
Y es que besar nos hace bien literalmente, de hecho puede quemar de 2 hasta 26 calorías por minuto y libera norepinefrina que acelera nuestro ritmo cardiaco, es decir, estamos haciendo ejercicio con nuestra boca mejorando nuestro sistema cardiovascular. Pero no solo eso, está comprobado que besar apasionadamente disminuye estrés y el colesterol, así como aumenta nuestras defensas y prolonga por ende de estas razones prolonga la vida. Besar ha estado tan involucrado con el ser humano que incluso hay una ciencia específica para eso, se llama filematología, estudia tipos de besos y su relación con las conductas sociales-anatómicas-sexuales. La antropóloga Helen Fisher menciona que el beso actúa como un mecanismo de adaptación que está presente en el 90% de las sociedades humanas, el otro 10% son culturas africanas y australianas que realmente no lo practican. Sin embargo, besar sigue siendo un misterio, ya que no se sabe concretamente el por qué nuestro cerebro tiende a hacer eso.
Como en muchos de estos artículos forzosamente tenemos que hacer una retrospectiva histórica, ya que imaginen que hubieran pensado los primeros seres humanos cuando se besaron y que pensaron los demás que los veían. El primer beso registrado en la humanidad se encuentra en textos sánscritos indios de hace aproximadamente 3500 años, obviamente no significa que antes no se besaran sino que es el primer registro de que el humano practicara esto. Hay teorías que dicen que Alejandro Magno llevó ese acto de la India al occidente, sin embargo decir esto es muy arriesgado ya que besar no parece como una conducta cultural sino casi universalmente humana.
Existe la teoría que afirma que el beso evolucionó de la regurgitación, es decir, masticar un poco de la comida y dársela a los bebés boca a boca para que ellos la puedan masticar y digerir de manera fácil como lo hacen los lobos, aves y primates entre otros. Pero no sólo ayuda a eso, el intercambio de saliva mejora la digestión de los nutrientes en el infante como proteínas, vitaminas, carbohidratos, hierro y zinc. También mejora su sistema inmunológico ya que agentes patológicos incluidos ayudan a la generación de anticuerpos y finalmente crea lazos fuertes paternales.
Como pueden ver la química es un factor importante en los besos. Como ya he mencionado, en un beso apasionado, liberamos norepinefrina, pero no solo esa, sino también dopamina, oxitocina y adrenalina. En pocas palabras ese coctel de hormonas que nos hace respirar acelerado, dilatar nuestras pupilas y sentir mariposas en el estómago. Cuando besamos movemos aproximadamente 34 músculos, depende que tan apasionado sea y que tanto y como se use la lengua. El intercambio de saliva es trascendental, ya que nuestra saliva contiene mucha información genética de que tan sanos estamos, quienes somos y que tan fértiles somos. Cuando se besa, varias hormonas como la testosterona o estrógenos pasan a la otra boca, nuestros receptores tanto en el sentido del gusto como en el olfato detectan eso y es por esa razón que muchas veces un beso puede ser la diferencia entre que si una persona nos gusta o no, o sea si es compatible con nosotros o no. Un beso puede decir mucho de nosotros, como se mueven de nuestros labios, nuestro aliento y nuestro aroma. Eso de la química del amor es muy cierto, ya he explicado en otro artículo de Kashmir que pasa cuando nos enamoramos, y el olfato juega un papel significativo. Las hormonas que segregamos cuando sudamos son un imán hacia el sexo opuesto, están cargadas y con feromonas que pueden ser compatibles o no con nosotros. El amor, no sólo entra por la vista sino por el olfato también. Es por eso que hay perfumes que nos benefician y otros que no. Ya que el sentido del olfato y el gusto están muy relacionados, besar (intercambiar saliva) es una unión entre una prueba de sabor y una prueba de olfato. El intercambio de hormonas, nos dice si una persona es fértil, saludable y además segrega hormonas que preparan a la mujer para concebir (incrementa apetito sexual) y criar al bebé. Un buen beso, es una forma de escoger si nuestra pareja es potencial o no. Podría ser como un mecanismo evolutivo para seleccionar posibles parejas que cumplen con los requisitos de nuestro cuerpo. De hecho se ha visto en varios estudios que las personas que besan a diferentes personas tienen mejor selección de parejas y mejor salud.
Dentro de las teorías de que si el beso es innato o no, se ha propuesto que es debido al rango de visión de un bebé. Los bebés tienen un rango de visión de 20-25 cm, es decir la distancia del pecho a la cara de la madre. Nuestra madre es la primera cosa que podemos enfocar debidamente. Sin embargo, cuando un bebé aún es muy joven, el lazo que tiene con la madre es más hacia la comida que hacia la cara o hacia la visión. Solo que aquí viene algo interesante, el amor hacia la madre es muy dual, cuando estamos hambrientos lloramos y pedimos comida de nuestra fuente que es nuestra madre. Pero cuando estamos asustados o estresados, necesitamos algo suave y confortante. Se ha propuesto que eso es la razón por la cual existe el amor hacia el padre, ya que él no puede alimentarnos sino que él puede protegernos. ¿Eso que tiene que ver con los besos? Bueno, cuando nuestros padres nos alimentan o nos besan lo captamos como afecto, confort y protección ya que son nuestras fuentes de recursos. Besar se ha asociado no solo con la pasión sino que también con el confort y la protección.
Aun así, besar sigue siendo un misterio, la razón por la cual lo seguimos haciendo no está del todo clara, por un lado los beneficios biológicos y por otro lado esas ansias irracionales de añorar besos de una persona. Sea cual sea la razón de los besos, amamos hacerlo y ayudan a nuestro cuerpo. Besen mucho y vivan más. Y como siempre, gracias por leerme.
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